domingo, 31 de enero de 2010

EVANGELIO Lc 4 21 - 30

DOMINGO IV del Tiempo Ordinario
Lucas 4, 21-30

El domingo pasado leíamos en la Misa la primera parte de la presentación de Jesucristo en la sinagoga de Nazaret. Hoy leemos la segunda parte de este mismo hecho, que cuenta la tragedia en que terminó esta presentación de Jesucristo en la sinagoga de su ciudad; no fue bien, recibido, fue rechazado por los suyos. Jesucristo tiene su primera actuación apostólica en su tierra, en Nazaret. Y no le fue muy bien, pues sus paisanos reaccionaron furiosos, tanto que quisieron asesinarlo, arrojándolo a un barranco. ¿Qué es lo que pasó?

Ellos pensaron que podrían aprovecharse de este "hijo predilecto" del pueblo de Nazaret para su propio provecho. Todos estaban felices de que volviese, y que empezase su predicación en su sinagoga, la que él había visitado tantas veces cuando niño. Y ahí está convertido en adulto, y todos orgullosos de El, y pensando en los beneficios que le podrían sacar.

Jesús siempre fue transparente, y no quiere que queden dudas de su actuación, de su forma de ver las cosas. Y por eso les dice claramente que no le van a poder manipular, y que no les podrá hacer ningún "signo", porque ellos no tienen el corazón preparado. Además Jesús no ha venido a realizar espectáculos, sino a suscitar la fe. Muchas veces nos acercamos a Dios, lo buscamos, pero no para entregarnos más a El, para que nuestra fe en El crezca, sino para sacarle provecho. Esta es una tendencia frecuente y un peligro constante de nuestra relación con Dios.

Este choque con la doctrina de Jesús la tendrán muchos de sus contemporáneos, porque encontraron que El no contemporizaba con ninguna apariencia, con ninguna superficialidad, ni con la comodidad, ni con lo fácil. Para El obtener popularidad y recibir aplausos fáciles no era ninguna meta; más bien rechazaba todo eso; no le interesaba el populismo religioso. Ahí está el problema que muchos encontraron en la predicación de Jesús. Y El fue lo suficientemente claro para que nadie dudase de qué es lo que enseñaba, y qué mensaje venía a traernos.

Los Apóstoles fueron los primeros sorprendidos cuando Jesús les planteó lo que significaba ser Mesías. No venía a buscar un triunfo humano, ni aplausos, ni una salvación política, ni nada por el estilo. Salvar a la humanidad era cumplir la voluntad del Padre hasta la Cruz. Y este era un lenguaje que escandalizó a los apóstoles, que quisieron disuadirlo. Ellos buscaron los lugares privilegiados junto a un supuesto triunfador de un reino de éxitos. Y Jesucristo les propone en su lugar beber del cáliz que El tenía que beber (el cáliz de la Pasión).

Pero El siguió adelante con su idea de cumplir el mandato del Padre hasta las últimas consecuencias. Había sufrido en carne propia la tentación, cuando el demonio lo tentó por tres veces en el desierto. Y esa tentación tuvo el mismo contenido: el éxito, el dominio, la comodidad. Y tres veces rechazó la propuesta del demonio; porque había venido no a cumplir su voluntad, sino la del Padre. Y cuando esto lo convierte en enseñanza, nos dice quiénes son los bienaventurados, o sea quiénes en verdad aciertan en la vida: los pobres, los que lloran, los perseguidos, los mansos. Que a Dios no se le adora con prácticas rituales, ni en un templo o en el otro, sino en espíritu y en verdad.

Y por atreverse a esto sus enemigos fueron llegando a la convicción de que El debía ser destruido, porque cuestionaba y hacía peligrar todos los refugios en que los hombres querían poner su confianza. Y al final, después de varios intentos fallidos, cuando fue la hora del "poder de las tinieblas", los poderosos culminaron su plan de eliminarlo. Aunque en realidad, sabemos que fue el momento de su triunfo.

Esa presentación en la sinagoga de Nazaret, y el rechazo que Jesús sufrió y la amenaza de muerte que vivió, son la introducción abreviada de todo lo que sería el resto de su vida.

jueves, 28 de enero de 2010

EUCARISTIA: SACRAMENTO DE AMOR

Para entrar en el Misterio Eucarístico se requiere el esfuerzo generoso de la ; pero para llegar al corazón mismo de su entraña, a la intención extrema de Cristo, necesitamos leer el Evangelio lo que sirve de pórtico a la institución de la Divina Eucaristía: Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo (Jn 13,1 ).

DIOS ES AMOR; El no puede salir de si mismo si no es amando, impartiendo su bondad, da su ser en la creación, da noticia amorosa de si mismo por la revelación; se da a si mismo por la Encarnación, y es tanto el amor encerrado en ese misterio que su palabra lo perderá así: "Tanto amó Dios al mundo que le dió a su hijo Unico" (jn 3, 16 ); pero el amor llegaría aún al extremo que Jesús llamaría el amor; "No hay amor mas grande que el de dar la vida por sus amigos ."

La Eucaristía, nos acerca siempre a aquel amor que es mas fuerte que la muerte: Muerte del Redentor, sino que además, proclamamos su Resurrección, mientras esperamos su venida en gloria. El mismo rito Eucarístico, celebrado en memoria de quien en su misión mesiánica nos ha revelado al Padre, por medio de su palabra y de la Cruz, atestigua el amor inagotable, en virtud del cual desea siempre, el unirse e identificarse con nosotros, saliendo al encuentro de todos los corazones humanos.

EUCARISTIA: SACRAMENTO DE AMOR

EL MISTERIO DE LA EUCARISTIA

Característica propia de nuestra espiritualidad y exigencia actual del sentir de la Iglesia, en el afán de penetrar con nuestra inteligencia, hasta donde sea posibl, en el Misterio de la Eucaristía.

El Papa Juan Pablo II, nos viene hablando en distintas oportunidades, de la importancia de esta profundización. En su Carta a los Obispos de la Iglesia del año 1980 nos dice: "La animación y el rebustecimiento del Culto Eucarístico son una prueba de esa autentica renovación que el Concilio se ha propuesto y de la que es punto central."

Tmbien Pablo VI: "Demos suma importancia a la Eucaristía, y habremos dado a nuestra fé su expresión mas alta, a la Iglesia su genuina vitalida, a nuestras almas la escuela y el alimento de nuestra satisfacció, y el mundo mismo, el faro de su unidad y de su paz" ( 31 de Mayo de 1972 ).

El Papa actual, como lo hicieron sus predecesores, como lo ha hecho el Concilio, como lo testimoniaron los santos, nos hablan de la Eucaristía como de ese "Centro y Cumbre, presencia del Resucitado que VIVE entre nosotros"

martes, 26 de enero de 2010

ORACION DE GRADECIMIENTO

Señor. Dios mío. autor y preservador de la vida: yo te agradezco por permitirme existir, te agradezco por haberme creado de la nada y por hacerme un ser unico, lleno de regalos que reflejan tu inmagen.

Siento mucho Señor no haber vivido de acuerdo a tus deseos sino de acuerdo a las debilidades de mi naturaleza pecadora. Me arrepiento de mi vida pasada y te consagro mi vida de nuevo para que reviva en tu presencia en los diseños de tu Santa voluntad.

Gracias Señor por el mundo, este maravilloso escenario de la vida que tu nos presentas diariamente.

Gracias Señor por el regalo de la vida inocente que ha sido desperdiciada por causa de nuestra negligencia, por favor, perdonanos Señor nuestros pecados.