miércoles, 20 de junio de 2012

ENTREVISTA A MONSEÑOR PEDRO BARRETO JIMENO

Monseñor Pedro Barreto Jimeno: “No debemos pensar que solo la minería traerá desarrollo” >Miercoles, 20 de junio de 2012 | 7:08 am Pide reflexión. El sacerdote Pedro Barreto Jimeno es Arzobispo de Huancayo desde el 2004. Arzobispo de Huancayo y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Ana Núñez. Ha sido reconocido como el personaje más influyente en Junín y Huancavelica por la Cámara Peruana de Emprendedores y la Corporación de Prensa. El sacerdote alza la voz en defensa del hombre y el medio ambiente. Usted ha sido considerado la persona más influyente en Huancayo, pero hay quienes dicen que los sacerdotes no deben meterse en temas políticos... La palabra político, en su sentido más amplio, se refiere a todo lo que favorece a la calidad de vida de las personas en la sociedad. La Iglesia es parte de la sociedad y por eso las angustias, esperanzas, tristezas y alegrías de los hombres de hoy lo son también de la Iglesia. Aquellos que piensan que la Iglesia no debe entrar en temas de defensa de la vida, del medio ambiente, de los pueblos, yo diría que son desconocedores de la misión evangelizadora. Claro, y hay otros a los que simplemente les molesta que la Iglesia hable la verdad... Se dice, también, que algunos sectores progresistas de la Iglesia son antimineros... No, esos son ataques bajos de intereses subalternos. La Iglesia nunca puede estar en contra de la actividad minera, el Perú ha sido bendecido con recursos naturales. Lo que sí tenemos que aprender todos, el gobierno central, los gobiernos regionales, los gobiernos locales, las empresas, la sociedad civil, a empujar el carro en una sola dirección, la de buscar el desarrollo humano integral de los peruanos. Por su participación en el problema de La Oroya usted fue amenazado de muerte. ¿Eso lo puso a pensar si estaba cumpliendo el rol correcto? Desde el año 2004, que empezamos esta propuesta de solución integral al problema de La Oroya y de la cuenca del río Mantaro, comenzaron las amenazas. Esta última surge después de un comunicado en el que se indica que frente al mal no podemos callar. Estas amenazas son parte de la experiencia del seguimiento de Jesús, quien nos da fortaleza dentro de las dificultades. Tras el cese de las actividades de Doe Run, el tema parece ir por buen camino. Hay una mesa de diálogo en La Oroya que, entendemos, está funcionando. Estamos en el proceso de liquidación de Doe Run. Sé de buena fuente que les van a dar a todos los trabajadores de Doe Run el 70% de sus sueldos hasta el 31 de diciembre. Esto es un respiro, pero tenemos que ser conscientes de que ellos no tienen que pagar las consecuencias de la irresponsabilidad de la empresa e, históricamente, de todos los gobiernos. ¿Qué condiciones debe cumplir la nueva empresa que entre a operar en La Oroya? Ninguna empresa puede operar en La Oroya sin cumplir el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental. Esa es la condición o volveríamos a la situación indigna de ser una de las diez ciudades más contaminadas del mundo. Ninguna empresa puede volver a afectar el aire de La Oroya. Entiendo que Doe Run aún podría presentar una propuesta de reestructuración. ¿Estaría de acuerdo con su retorno? Yo he sido muy crítico de la empresa Doe Run Perú desde que estoy aquí en Huancayo, el 2004. Yo no creo en una conversión (de la empresa). Indecopi plantea la posibilidad de que presenten un plan de reestructuración, pero no creo que esta empresa quiera invertir el dinero que hace falta para la recuperación. Si lo hubieran querido hacer, hubieran solucionado el problema hace muchos años... No había interés de hacer minería responsable No, y por eso la misma Sociedad Nacional de Minería expulsó de su seno a la empresa Doe Run Perú, porque el manejo que estaba haciendo como empresa desprestigiaba a esa institución. Actualmente hay dos fuertes conflictos también relacionados con la minería en Cajamarca y Cusco. ¿Cómo ve estas dos situaciones? En primer lugar, creo que históricamente el Perú es un país minero donde lamentablemente no hubo un adecuado proceso de comunicación ni de responsabilidad social. Huancavelica, por ejemplo, es una región altamente minera y sin embargo es la más pobre del país. Entonces, cuando se habla de que la minería trae desarrollo, uno se pregunta: ¿desarrollo para quién? Es necesario que todos nos pongamos de acuerdo en que debemos dignificar a la persona humana, comenzando por el trabajador y el entorno natural. Ahí el gobierno central tiene una altísima responsabilidad para convocar a todos los actores sociales y ponernos de acuerdo en lo que no es negociable. ¿Qué es no negociable? No se puede negociar con la vida, con los recursos naturales, con el agua porque el Perú también es un país agrícola y por tanto tenemos que poner claramente los elementos en los que podemos concertar todos los actores sociales. ¿En el Perú la minería no ha servido para dar desarrollo? Ciertamente, la inversión minera ha traído como consecuencia que el gobierno central tenga los recursos para poder desarrollar. Pero no podemos pensar que solamente la minería va a traer el desarrollo para el país. Además, debemos tener claro que no podemos estar enfrentándonos entre peruanos. El Perú necesita reafirmar una democracia con participación ciudadana, no una democracia unilateral. Doe Runconflictos sociales También te podría interesar 02 Mayo 2012 El 53% de peruanos demanda diálogo para solucionar Conga 20 Junio 2012 Trabajadores de DRP piden a liquidadora informe sobre contratación en el proceso concursal 19 Junio 2012 Espinar ya tiene agenda para iniciar diálogo con Ejecutivo 18 Junio 2012 Conflictos sociales le pasan factura a Ollanta Humala Deja tu comentario Comentar esta noticia

Oración para un Católico frustrado

Oración para un Católico frustrado

martes, 5 de junio de 2012

QUE ESTA PASANDO CON LA CONFIANZA AL GOBIERNO

2012-06-04 Adiós Humala Oscar Ugarteche Tras la "masacre política” de diciembre del 2011, Ollanta Humala ha decidido convencer al mundo de que no solo es un militar sin palabra, sino un político con ideología neoconservadora. Este convencimiento se lo hizo primero a los venezolanos que lo apoyaron en la campaña del 2006 y luego a los brasileños que lo apoyaron en el 2011, y ahora lo viene llevando a la calle. No ha bastado “limpiar” a su gobierno de funcionarios progresistas, ahora es fundamental declarar la lucha de clases a la antigua, a balazo limpio. En distintas partes del Perú, y con el aplauso de la pintoresca y bravucona derecha nacional, Ollanta Humala y su gobierno se enfrentan y desafían al pueblo que ha votado por él. ¿Para qué? Humala pretendió ser el caudillo progresista esperado en dos décadas. Participante del Foro de Sao Paulo, los partidos políticos de la izquierda latinoamericana lo acogieron y apoyaron en sus campañas diversas desde el 2005. La derecha lo acusó por todo esto de ser primero el candidato de Chávez y la señora Heredia fue perseguida por una parte de la prensa peruana a partir de las elecciones del 2006 por sus vínculos con Venezuela. Por esto tuvo de portavoces de campaña a Mocha García Naranjo y a Nicolás Lynch que venían de las izquierdas. Luego de su salto a la esfera de influencia de Brasil para la campaña del 2011, creando una mejor imagen de amigo de Lula da Silva y con posiciones más moderadas, la misma prensa lo persiguió por tener un asesor que representaba los intereses empresariales brasileños. El día del triunfo electoral, en junio del 2011, los titulares limeños no lo dieron por ganador sino por empate y anunciaron la necesidad de una concertación política. La derecha decía que éste no podría gobernar sin ella. De allí salió la baraja conservadora dentro del gabinete nombrado el 28 de julio del 2011. Sin embargo ni entonces ni después hubo concertación. La que hizo la derecha fue un asalto al poder. Lo que hay es una vuelta de la tortilla. Una revolución en su sentido cabal. Ganaron los que perdieron y perdieron los que ganaron como ya se dijo hasta la saciedad. Una cosa es la prensa limeña conservadora y otra la realidad política en el campo. Cuando en Espinar el 76% de la población que ha votado por el candidato ve como ya de presidente los agarra a balazos, la cosa está complicada. Peor si encima mete a la cárcel a la gente de la Vicaría de la Solidaridad de Sicuani por terrorismo que fue a ver qué pasa. Y aún peor, cuando además presiona al presidente de la Corte Suprema a hacer cosas reñidas con la independencia de poderes y lo consigue, permitiendo así el secuestro de autoridades electas para su juicio en otras jurisdicciones. Lo que hay en el Perú, a un año de electo el nuevo gobierno, es un régimen mafioso y matonesco no muy distinto al de Fujimori. Queda la interrogante de si Ollanta Humala piensa algo. Cualquier cosa. Y si tiene alguna línea. Cualquier línea. Reflejos políticos claramente no tiene. Descartado el verbo “pensar”, ¿Creerá que va a terminar su gobierno? ¿Cómo lo va a hacer? Que Washington piense que esto se arregla a balazos en el nombre del control del terrorismo es un tema relacionado al negocio de la venta de armas. Lo que a los peruanos nos concierne es nuestro país y adónde va. Cada vez hay menos ciudadanos dispuestos a que los atropellen en todo el país. Ese es el único complot. Hay más ciudadanía. Y los jóvenes de ahora son más ciudadanos que lo que han sido en mucho tiempo al margen de la geografía. Medio Oriente nos muestra que la calle pesa en el mundo y el Perú no es una excepción, aunque esa calle sea de tierra en un pueblo con un río contaminado al lado. Venimos de una dinámica de desintegración nacional que comenzó en la década del 80, cortesía de Sendero y García, a través de las masacres, la hiperinflación y el colapso económico de los años 80. Se intentó recuperar el sentido nacional mediante la estabilización económica de los años 90, las investigaciones sobre corrupción de Fujimori y sus secuaces, y la formación de Comisión de la Verdad en la primera parte del siglo XXI. Tras la elección de Humala en simultáneo tenemos como siempre a la cruz y la espada actuando juntas. El Primer Ministro nombrado en diciembre resulta una expresión del fujimorismo castigado en junio del 2011 por el voto presidencial. Este ha tomado partido en un tema muerto y acabado, como es la sentencia de la Corte Interamericana sobre la Embajada del Japón (1997). Al mismo tiempo, el cardenal echó al padre Gastón Garatea S.S.C.C., ex Comisionado de la Verdad, de la práctica religiosa en Lima. El tema de los militares en los años aciagos ha revivido de la mano de cruz y la espada. Días más tarde se violentaron las protestas sociales anti mineras mientras la policía secuestraba a los alcaldes para enjuiciarlos fuera de su jurisdicción legal. En el Perú, los derechos humanos de los alcaldes son una cojudez total, parafraseando. El tono de la renuncia de la congresista Verónica Mendoza del Partido Nacionalista la mañana del lunes 4 de junio debería de alertar a Humala y todo su combo, civil, religioso y militar, que pueda que no acabe su periodo. Dice: “La represión como un resorte automático frente a las demandas populares genera más resistencia de la gente, cayendo en un círculo vicioso. No obstante, condenamos tajantemente todo tipo de violencia venga de donde venga. Es necesario que las organizaciones sociales, la sociedad civil y todos los sectores que expresan su malestar por la imposición de las industrias extractivas se manifiesten de forma democrática, organizada y pacífica. Ni un muerto más, ni civiles ni personal policial. ¡Ni un muerto más! Hago un llamado a defender la vida con la vida, no con la muerte.” Y la Coordinadora de Derechos Humanos el mismo lunes 4 de junio ha pedido la renuncia del Premier Valdés. Si los jóvenes tomaran conciencia de su poder, esto podría devenir en marchas de renuncia del Presidente de parte de organizaciones crecientes de la población afectada no solo por la minería sino por el engaño electoral del 2011. Mientras tanto faltan cuatro años de gobierno. ______________________________________________________________________________________________________ - Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Es presidente de ALAI y coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) www.obela.org ___________________________________________________________________________________________